martes, 1 de diciembre de 2015

Que lata

Estoy enredado, entre el internet y la vida, estoy podrido, entre querer a alguien y no quererme a mí misma. Que lata esta cabeza, que nunca deja de rumiar, que siempre tiene algo más para decir, para destruirme los pocos momentos de felicidad que me van quedando.

Estoy confundida, me veo a mí mismo en una fotografía, que aún no se ha tomado, siendo viejo y panzón, forrado en plata, en gente, en una gran casa, forrado en sueños destrozados, que se perdieron en el camino y por el miedo, me quedé aquí, dónde yo sabía que no iba a ser nadie. Que lata este pronóstico, siempre un poco más terrible, siempre enseñándome que la vida nos va a traicionar.

Estoy paralizado, por los amores de mi pasado, aún me emociono al verte ahí, aún me creo pequeña y mi corazón explota cuando te pienso, cuando me enamoro en cinco minutos de la eternidad que es mi vida diaria. Que lata, cuando una quiere, con todo el corazón, no perder lo que siente y a nadie puede importarle menos que a mí.

No hay comentarios.:

Publicar un comentario